20. RONO EN VENDIMIA
Rono estaba en la búsqueda de algo que lo hiciera sentir... no sé. Diferente tal vez. Algo por el estilo. Pensó en viajar, pero fue un pensamiento que le trajo demasiadas cosas a la cabeza. No. Viajar no. Y como era la Fiesta de la Vendimia en Mendoza -donde se encontraba Rono mientras leemos esto- decidió ir. Fue a comprar una entrada. No quedaba ni una. Se deprimió bastante. Trató de sobornar al encargado de las ventas de entradas con un sánguche de randanflú, el individuo se encolerizó y llamó a un guardia de seguridad. Trató de sobornar al guardia con una entrada... si le conseguía dos... Al final lo sacaron entre tres personas, pataleando y gritando y puteando al gobernador Jaque, a Cristina la presidente, a Mirtha la vieja que siempre viene y pregunta dónde estoy...
Pobre Rono. Quedó tirado ahí en la vereda. Un muchacho en una patineta pasó y le arrojó un par de monedas de 25 centavos...
Ahora bien, Rono se enteró por un turista belga que existía la posibilidad de ir a los cerros que circundan el gran teatro griego -donde se realiza el acto central de la fiesta- , sin pagar nada ni nada ni nada. Rono agradeció en idioma belga al turista y fue a conseguir un transporte. Eran ya las 21.30. Conseguir un taxi o remis, olvidáte. Y subirse a un colectivo ni en pedo. ¿O si?. Rono se hizo esta pregunta. Pero no quería beber. Lo estaba dejando para más adelante. Pero pensó en tal vez... algo diferente... sí, decidió que sí. Y se las ingenió para conseguir lo que deseaba.
Se acercó sigilosamente, desde detrás de un árbol, a un cuidacoches que estaba a mitad de la cuadra. Lo miró y le guiñó un ojo primero. El cuidacoches notó su presencia y se le acercó rápido. Rono se asustó un poco. El pibe venía corriendo hacia él. "Aylaputa" pensó, "me va a cagar a trompadas, me van a robar, me va a limpiar la cara con ese trapo". Pero no, el muchacho se limitó a observar a Rono y preguntarle si le cuidaba el auto.
- Selocuío -preguntó el cuidacoches.
- ¿Qué? -dijo Rono.
- Le cuido el auto seor...
- No no. No tengo... no... mirá, quería algo. Quería saber si podía... de alguna forma... -Rono no encontraba la forma de explicarle qué era lo que buscaba al muchacho. De repente le dijo algo, poniendo cara de suspicaz.
- María.
- ¿Qué? -el cuidacoches ahora lo miró más cuidadosamente. Podía ser un cana. Un poli. La yuta, bah...
- María -repitió Rono.
- Si busca a una chica que se llama María seor...
- No no -lo interrumpió Rono- No busco a ninguna chica. Bah, en realidad me gustaría tener una min... pero no, no es eso, es... María. ¿Tenés... María?
- ¿Faso? -le preguntó el cuidacoches.
- Faso... de maría...
- Flaco no se le dice maría desde los 80...
En fin, Rono consiguió a María y se encaminó caminando hacia los cerros...